lunes, 28 de mayo de 2012

Grupo 1 al 8, JORNADA 13: C.B. CIUDAD DE MOGUER 65-62 C.B. OLIBEAS



Penúltimo encuentro de la fase de clasificación del 1º al 8º para el C.B. Ciudad de Moguer, que recibía en su pabellón “Platero” al C.B. Olibeas con la firme intención de apuntarse una victoria de vital importancia para asegurarse el 6º puesto final en el campeonato.

Los moguereños, de blanco, afrontaban el partido con sólo nueve hombres a causa de la baja de última hora de Joaquín López por problemas personales, pero ello no hizo mella en la determinación de los locales, que querían agradar a su parroquia y brindarles un triunfo. De este modo, los nuestros saltaron a pista muy entonados y su fuerte comienzo se tradujo en ventajas que oscilaban entre los +5 y +6 puntos. 

Grandes minutos del equipo anfitrión focalizados en los nombres de Carmelo Rivas -algo desafortunado en el tiro pero muy incisivo en sus entradas a canasta- , Antonio Prieto –brillante, contagió su ánimo al resto de compañeros- y muy especialmente Juan Diego Márquez, que castigó a los beasinos desde larga distancia con su privilegiada muñeca de estilista. Poco a poco, sin embargo, los visitantes fueron tomándole el pulso al choque, que entró en una dinámica de ventajas pírricas (+1, -1) que acabó sonriendo a los de Moguer (19-18 al final del 1er cuarto).

El partido no perdió intensidad en sus segundos diez minutos. Es más, pareció que los nuestros metían una marcha más para despegarse en el electrónico con cinco puntos de una tacada que sorprendieron a los visitantes (24-18). Desgraciadamente, esa ventaja de +6 no se mantendría muchos minutos, a causa del empuje de los de Beas y a una racha de sequía anotadora de los blancos (29-27). Para nuestra fortuna, Juan Diego, ‘on fire’, seguía viendo el aro beasino como una piscina para encestar dos nuevos triples en las dos últimas posesiones de los locales (35-30 al descanso).

Tras el paso por vestuarios, el choque devino en un intercambio de canastas que nos beneficiaba dada la ventaja adquirida, como un genial ‘coast to coast’ firmado por el gran Antonio Prieto. En esos momentos, con un 41-37 y una falta antideportiva señalada a los de Beas, la situación parecía propicia para dar un estirón más en el marcador y dejar ‘tocados’ a los visitantes. 

No obstante, no hubo punto de inflexión y el equipo moguereño desaprovechó tanto los dos tiros libres como la posesión para dar vida al Olibeas, que dos ataques más tarde se pondría por delante después de muchos minutos merced a un triple y a una canasta de dos (41-42). 

El tercer cuarto empezaba a agonizar y los de Beas comandaban de nuevo el partido pero aún había una lectura positiva: el tanteo, bajo para las alturas de encuentro, nos interesaba. Y más teniendo en pista a jugadores que se dejan la piel y creen, como Carmelo, que penetró como un puñal la poblada zona beasina para anotar; como Rafael, que tras un rebote defensivo se recorrió la cancha cual base para dejar una bandeja; como David, al que no le duelen prendas por tirarse en plancha para salvar un balón (48-47 a la conclusión del 3er período).


El último cuarto se presentaba apasionante y no apto para cardiacos. Un gran reverso en el poste bajo de Miguel Barragán y grandes minutos de Rafael, anotando, robando y asistiendo a sus compañeros nos daban un respiro (53-49) pero los beasinos, a pesar de su nefasto día desde el tiro libre, se colocaban por delante de nuevo (54-55). 

El nerviosismo se adueñaba por momentos de los quintetos en pista cuando nuevamente Rafael, providencial, cogía un rebote defensivo y recibía falta para anotar los dos desde la línea de personal y Miguel rescataba uno ofensivo para encestar bajo tablero (58-56). 

Nuevo respiro que se vio interrumpido por el susto que protagonizó el onubense Carmelo Rivas tras recibir una falta y empotrarse contra la base de la canasta cuando se disponía a dejar una bandeja. El ‘14’, que parece de goma, se recuperó e hizo 2/2 para alargar la ventaja a +4 y poco después a +5 (1/2). 

Pero no acabarían ahí los sobresaltos para los moguereños. En su posesión, el Olibeas recortaba distancias desde los 6,25 (61-59) y hacían falta a Antonio Prieto. El ‘10’ se mostró infalible y convirtió los dos (63-59) pero a continuación Beas volvía a encestar de tres, esta vez con mucha fortuna, y apretaba el marcador (63-62). 

A pocos segundos para la finalización, los beasinos volvieron a hacer falta a Prieto para apurar sus opciones en el encuentro pero se equivocaron de ‘socio’ porque el onubense siguió muy seguro (65-62). 

El electrónico ya no se volvería a mover pues en la última posesión visitante, los de Beas recibieron una falta rápida para evitar un hipotético triple y erraron los dos tiros libres. 

Acababa así un encuentro muy disputado con cuya victoria los del C.B. Ciudad de Moguer se hacían definitivamente con el 6º puesto de la clasificación final del campeonato de liga provincial sénior, su mayor éxito en su breve historia.


Por José Antonio Romero Martín

Grupo 1 al 8, JORNADA 12: C.B. GIBRALEÓN 82-70 C.B. CIUDAD DE MOGUER



Partido correspondiente a la antepenúltima jornada de la fase final por el ascenso que enfrentaba a los equipos sénior de baloncesto de Gibraleón y Moguer en la cancha de la localidad olontense y que tuvo lugar el viernes día 20 de abril de 2012.

Los primeros compases se tradujeron en un intercambio de canastas entre locales y visitantes. El encuentro se mantenía con tanteos parejos  y el C.B. Ciudad de Moguer jugaba con cabeza sus posesiones para hacer daño a los de negro. Sin embargo, los olontenses, con transiciones muy rápidas, consiguieron darle una marcha más al partido para despegarse en el marcador, que al término de su primer cuarto reflejaba una ligera ventaja local (15-9). 

En los segundos diez minutos, a los nuestros les entraron las prisas -algo incomprensible a estas alturas de partido- y ello derivó en multitud de imprecisiones y pérdidas de balón que Gibraleón no dudó en aprovechar. La ventaja se incrementaba pero Eduardo, con un gran triple, reducía distancias.
Con el transcurrir de los minutos, el encuentro se volvió más físico y ello benefició a los anfitriones, cuya dura defensa rayaba la ilegalidad con el beneplácito de los árbitros de la contienda, que se mostraron ciertamente permisivos para con los de Gibraleón.

Un nuevo triple de nuestro equipo, anotado por el siempre superlativo Carmelo, y una fantástica penetración tras finta en el tiro libre por parte de Miguel, saldada con canasta más adicional, puso a los nuestros a -3. Sin embargo, el aliento en el cogote pareció poner las pilas a los de negro, que se volvieron a marchar en el electrónico con suma facilidad, merced a la bisoñez por momentos de la defensa azulona.

De nuevo un triple, esta vez del genial Antonio Prieto, mantenía a los nuestros a flote (33-29), pero acto seguido se le señaló una técnica al jugador visitante Juan Diego Márquez que contribuyó a enrarecer el ambiente y a desconcertar a los moguereños, que vieron cómo los del C.B. Gibraleón se marchaban de +10. Finalmente y cuando casi todos se preparaban para enfilar el túnel de vestuarios, Carmelo Rivas se sacó un nuevo truco de su chistera para anotar un ‘triplazo’ sobre la bocina desde poco más allá de mitad de la cancha (41-34).

Volvieron del descanso los moguereños muy enchufados y con sendas canastas de Carmelo y Antonio (2+1) se ponían de nuevo a tiro de los locales (41-39). Pero a cada acercamiento peligroso de los azulones respondían raudos los de Olont para escaparse en el electrónico con canastas que ponían de nuevo de manifiesto la fragilidad de la defensa de los visitantes (52-43). 

En esas circunstancias llegaron nuevamente las prisas y las imprecisiones de los nuestros, que no se cansaban de perder balones absurdamente con pases en largo que siempre acababan en manos enemigas. Aún así y gracias a seis puntos consecutivos obra de Rafael, con una preciosa entrada a canasta más adicional, y de Carmelo, con un enceste más allá de 6’25, los moguereños emprendían su enésima tentativa de remontada de un choque que al término de su tercer cuarto finalizaba con una escueta ventaja local (60-53).

El cuarto período comenzó con un intercambio de parciales. El primero de ellos presagiaba el principio del fin para los de Moguer (9-0 para un 69-53 más que preocupante). Sin embargo, los nuestros respondieron con un 0-7 para acechar a los de negro a falta de 5 minutos para el final (69-60).
En esos minutos del ‘todo o nada’ y con un 71-64 todavía esperanzador para los azulones tras canasta de Miguel después de un rebote ofensivo (gran partido reboteador del capitán), los olontenses parecían firmar la sentencia de muerte de los visitantes con un triple que cayó como un jarro de agua fría en el ánimo de los moguereños, que ya no pudieron hacer nada más por evitar una nueva derrota, esta vez por 82-70.


Por José Antonio Romero Martín

Grupo 1 al 8, JORNADA 11: C.B. PUNTA 83-73 C.B. CIUDAD DE MOGUER



Nueva jornada de la fase final de la liga provincial sénior (del 1º al 8º), en la que los nuestros visitaban la siempre difícil cancha del C.B. Punta.

Saltaba el equipo moguereño con la ilusión de dar la sorpresa ante uno de los ‘gallitos’ de la competición y que ya venció, no sin problemas, en el pabellón “Platero” de Moguer (61-69). 

En los primeros compases se vio un encuentro muy igualado en el que los visitantes rayaron a un buen nivel. Juan Diego mostró destellos de su calidad y David aportó su habitual dosis de garra con sus defensas asfixiantes. Pero los anfitriones tomaron pronto el pulso al partido y se acabaron llevando el primer cuarto de 7 puntos, a pesar del gran tono mostrado en los rebotes con Miguel como máximo exponente.

Volvieron los nuestros al parquet muy enchufados en los segundos diez minutos y, con una gran penetración a canasta de Carmelo, el marcador se estrechaba hasta el 35-33. Poco duró la alegría porque los puntaumbrieños tiraron de oficio para salir del atolladero y con 9 puntos seguidos daban un nuevo estirón, inalcanzable para los de Moguer al descanso (44-35).

Tras los minutos de asueto, los locales encestaron dos triples en sus dos primeros ataques con la intención de romper definitivamente el partido, a los que respondió el fantástico Carmelo Rivas con 5 puntos consecutivos para mantener distancias prudentes (50-40). 

Sin embargo, en esas circunstancias el equipo moguereño entró en una fase de minutos de desconcierto, propiciada por decisiones arbitrales discutibles y –todo sea dicho- por su falta de acierto de cara al aro. Los de la localidad costera, mientras tanto, no hicieron ascos y sacaron tajada del mal momento visitante con un parcial de 11-0 que dejaba a los nuestros muy cuesta arriba el resto del choque (61-40).

Buscando una reacción en el equipo, Guillermo Sierra puso en pista a su quinteto titular, con la única salvedad de Nicolás en el puesto de base, pero los locales seguían a lo suyo y acabaron el cuarto con total suficiencia (69-46).

El último cuarto se presentaba como un paseo triunfal de los de Punta Umbría, y más tras comprobar que seguían teniendo el día de cara desde larga distancia. Pero el Ciudad de Moguer no bajó los brazos a pesar de su día aciago y a base de casta y orgullo tomó de nuevo el pulso al partido, con grandes minutos de Nicolás repartiendo asistencias. Los esfuerzos de los nuestros, con canastas repartidas entre su cinco en pista, se vieron recompensados cuando, a falta de poco tiempo para el final del choque, el ‘14’, Carmelo Rivas, recortaba la distancia a -10 con un 2+1, su jugada predilecta (78-68). 

En el siguiente ataque, los costeros anotaron solo 1/2 desde la línea de personal y los moguereños, de la mano de Antonio Prieto, metían el nerviosismo en el cuerpo a los locales con un triple esperanzador (79-71). Sin embargo, no quedaba tiempo para más y el choque daba a su fin con el definitivo 83-73 que demostraba una vez más que los moguereños pueden mirar a los ojos a cualquiera y ello aún teniendo uno de sus días más desafortunados.


Por José Antonio Romero Martín

Grupo 1 al 8, Jornada 10: C.P. DOÑANA ALMONTE 58-69 C.B. CIUDAD DE MOGUER



Encuentro disputado en la localidad almonteña correspondiente a la fase de clasificación (del 1º al 8º) que tuvo lugar el pasado viernes día 23 de marzo a las 20:30 horas y en el que se guardó un minuto de silencio por el fallecimiento de la madre del entrenador local. Vestidos de blanco y con el quinteto titular de gala, el C.B. Ciudad de Moguer saltó a la cancha dispuesto a anotarse su primera victoria en esta fase final del campeonato liguero provincial sénior frente al C.P. Doñana Almonte.

Comenzaron muy bien los nuestros, con jugadas elaboradas y buscando a Miguel Barragán en la pintura, sabedores de la superioridad física de éste frente a los pívots locales. Así, los primeros puntos de los visitantes fueron obra suya y los almonteños, de verde, tuvieron que pedir tiempo muerto para intentar parar el arreón inicial de los moguereños. 

Tras ello, los anfitriones se colocaron en zona y los blancos, incomprensiblemente, renunciaron a buscar a su capitán para empecinarse con el tiro exterior de tres. El Ciudad de Moguer encadenaba error tras error desde los 6’25 y este hecho lo aprovecharon los verdes para recortar distancias. Tan nefasto fue el día desde larga distancia que los locales flotaban las defensas incitando a los nuestros a continuar con su paupérrimo acierto. 

No obstante, este hándicap se contrarrestó con un apabullante dominio en el rebote y una buena defensa, con muchos robos de balón protagonizados en su mayoría por Carmelo Rivas, inusualmente gris en ataque pero brillante en defensa. 

Digno de mención fue su compromiso con el equipo, así como el de Antonio Prieto y Rafael, pues todos ellos jugaron tocados.
El choque se igualó por el desacierto moguereño y acabó en su primer cuarto con un pobre 15-14.

En los segundos diez minutos, el encuentro se encaminó por los mismos derroteros, para desesperación de la hinchada visitante. Los verdes comandaban el partido sin muchos alardes y con canastas inverosímiles, mientras que los blancos se mantenían a flote gracias al partido ofensivo de Miguel, que seguía anotando con suma facilidad en su ‘chalet adosado’ bajo tableros. 

El partido parecía ideal para él pero muchos ataques seguían muriendo desde la línea de tres sin apenas madurar las jugadas y, lo que es peor, los tiros seguían sin entrar. A pesar de ello, el Almonte nunca pareció poder escaparse en el electrónico, especialmente por sus numerosas pérdidas de balón. Con todo, siguieron arriba al descanso (30-29).

Tras la reanudación, emergió en el bando visitante la figura de Juan Diego, con una catarata de puntos conseguidos en su mayoría finalizando rápidos contraataques de los moguereños. Para alegría de los de Guillermo Sierra, la racha anotadora incontenible de Juan Diego vino acompañada de triples (¡por fin!) que llevaron la firma de los geniales Antonio Prieto (2) y Carmelo Rivas, amén de los puntos en la pintura de Miguel Barragán,  incontestable en los postes. 

El equipo parecía haberse desperezado y lo hacía, curiosamente, en el tercer cuarto, de ingrato recuerdo tantas veces en el pasado. El Almonte se vio sorprendido por la avalancha ofensiva moguereña y su defensa no pudo ni supo cómo parar la hemorragia de un parcial que acabó 10-32 a favor de los de Moguer (40-61).

El choque parecía visto para sentencia, pero el C.B. Ciudad de Moguer no se regaló un triunfo plácido. Todo apuntaba a una victoria humillante de los visitantes pero al contrario que hacen otros equipos, el quinteto moguereño, cuando huele la sangre de la presa, no remata, perdona la vida. 

De este modo, los almonteños, con menos talento pero con pundonor, maquillaron el marcador a base de empuje frente a los blancos, que aprovecharon para dar minutos a los menos habituales y se limitaron a labores de contención para mantener ventajas fuera de riesgo y sumar su primera victoria en esta fase (58-69). 


Por José Antonio Romero Martín

Grupo 1 al 8, Jornada 9: C.B. OLIBEAS 72-52 C.B. CIUDAD DE MOGUER (15-4-2012 partido aplazado)



Partido de resacas -la principal, la de la derrota dos días antes frente al C.B. Punta (83-73)- el disputado el domingo 15 de Abril en la vecina localidad de Beas.

El C.B. Ciudad de Moguer, de blanco, salió a la pista con su quinteto de gala con la novedad de David en el puesto de base. Como viene siendo habitual, los nuestros comenzaron muy bien el encuentro, elaborando jugadas o corriendo el contraataque tras robo cuando tocaba. 

De ello se aprovechó nuestro capitán, Miguel Barragán, que anotó con notable frecuencia en este primer cuarto. No obstante, el equipo anfitrión no se vino abajo en ningún momento y respondía con canasta a cada enceste moguereño. 

El partido, pues, se mantenía muy reñido con un constante intercambio de golpes hasta que Carmelo Rivas dijo ‘esta boca es mía’ y con siete puntos de una tacada ponía tierra de por medio (12-18). Sin embargo, el Olibeas no se resintió y con un arreón de casta -que no de calidad- empató el choque a pocos segundos del final (20-20). Parecía que nos iríamos al segundo cuarto con ese marcador cuando Antonio Prieto, desde mitad de cancha, encestaba un triple estratosférico (20-23).
 
El segundo cuarto comenzó como acabó el primero, con un ‘toma y daca’ constante que no dejaba ventajas claras a ninguno de los equipos. Así, el encuentro se mantuvo igualado hasta el 29-30, obra del onubense Carmelo Rivas contra tablero. A pesar de ello y por desgracia, a los nuestros se les cerró el grifo de la anotación –y de la inspiración- y los beasinos, ni cortos ni perezosos, estiraron la diferencia hasta el 38-31, marcador final al descanso.

A la vuelta de los vestuarios, los nuestros continuaron con su alarmante sequía anotadora y los locales incrementaron la ventaja a diez puntos. En ese momento, nos pusimos en zona y ello pareció frenar a los de Beas. Asimismo y para alegría de la parroquia visitante, los moguereños volvieron a ver aro con una canasta en el poste bajo de Juan Manuel Garrido, seis puntos seguidos de Carmelo Rivas (un 2+1 y un triple) y un contraataque de manual finalizado por Antonio Prieto para seguir con posibilidades de victoria en el encuentro (47-41 al término del tercer cuarto). 

Llegaba el cuarto final y manteníamos distancias prudentes pero Beas encestaba de nuevo con suma facilidad y nos exigía anotar para no quedar rezagados y perder la cara al choque. En esas, tres posesiones beasinas finalizadas con sendos triples abrió una brecha de difícil sutura en el electrónico (59-44). 

Este hecho pareció aturdir a los nuestros, que empezaron a perder la calma y a librar guerras individuales que no conducían a nada. Aún así, entre Rafael, Antonio y Carmelo se volvió a estrechar distancias con los anfitriones (59-50 a falta de 4 minutos). 

Sin embargo, dichos cuatro minutos finales serían fatídicos, pues al C.B. Ciudad de Moguer se le hacía de noche cada vez que intentaba encarar la canasta de Beas, con faltas de entendimiento, tensión y pérdidas de balón incomprensibles. Entretanto, los del C.B. Olibeas continuaron a lo suyo y sin muchos alardes pero con mucha constancia rompieron el choque y elevaron la distancia a un sonrojante  marcador final de 72-52. 


Por José Antonio Romero Martín