lunes, 28 de mayo de 2012

JORNADA 13: CHIPILAND SPORT AYAMONTE 70-71 C.B. CIUDAD DE MOGUER



Encuentro de máxima exigencia para el C.B. Ciudad de Moguer, que visitaba la siempre difícil cancha del Chipiland Sport Ayamonte, uno de los favoritos de la liga provincial sénior de baloncesto.

A pesar de ello, el quinteto moguereño saltó a la pista sin ningún complejo y con las ideas muy claras. Con un baloncesto rápido y seleccionando buenos tiros, los visitantes comenzaron el partido de manera brillante.

Prueba de ello fue el hecho de que a los pocos minutos de iniciarse el cuarto todos los miembros del quinteto ya habían anotado (Miguel, Rafael por dos veces, Carmelo, Juan Diego con un gran 2+1 y Antonio). Practicaban los azulones -hoy blancos- un juego de lo más fluido y veían aro con suma facilidad.

Los ayamontinos, por su parte, se veían sorprendidos por el arranque moguereño y sólo empezaban a desperezarse a base de triples. Cuando parecía que el Ayamonte iba a nivelar el choque apareció la figura de un espectacular Antonio Prieto con una canasta de dos, un triple y una 'bomba a lo Navarro' (13-22).

Los segundos diez minutos continuaron por los mismos derroteros para alegría visitante. El equipo estaba cuajando posiblemente el mejor encuentro de la temporada y ante un rival de enjundia. Si a ello unimos que se celebraba en territorio hostil, la cuestión no es nada baladí y el mérito se redobla. 

El siempre genial Carmelo Rivas se echó el peso del equipo en ataque y cogió el relevo anotador en este segundo cuarto, bien secundado por el capitán, Miguel Barragán. Mientras tanto, al Ayamonte le seguía costando coger el pulso al partido y se mantenía a distancias prudentes gracias a los tiros libres y a tiros abiertos (28-36).

El inicio del tercer cuarto no pudo empezar mejor para los nuestros, con puntos de un Miguel inconmensurable bajo tableros y de Antonio desde más allá de 6,25. El '10' estaba fino, inspiradísimo y cuando se encuentra así es un puñal desde el exterior y un seguro de vida para su equipo. 

Todo marchaba a las mil maravillas en el bando visitante hasta que la acumulación de faltas empezó a amenazar a los hombres en la pintura de Moguer. En esas, el equipo atravesó un pequeño bache de sequía anotadora que los anfitriones no dudaron en aprovechar para reducir distancias  (42-46). 

Un triple de Juan Diego desatascó al Ciudad de Moguer pero el partido se había igualado irremediablemente y ya no habría respiro para ninguno de los dos equipos. La entrega y la garra de Rafael mantuvo a los nuestros por delante pero algunas decisiones arbitrales discutibles amén del empuje de los locales con seis puntos seguidos en transiciones defensa-ataque muy rápidas llevaron el tanteo del encuentro a 56-53 al término del tercer período.

Llegaba, pues, el cuarto decisivo con el choque apretadísimo y con todo por resolver. Siguieron los nuestros jugando un gran baloncesto pero muy pronto se vieron mermados en su juego interior al perder a su pareja de hombres titulares en los postes, Miguel y Rafael. 

Juan Manuel y Eduardo saltaron a la pista dispuestos a dejarse el alma para mantener las esperanzas de victoria intactas pero se jugaban los minutos del todo o nada y los moguereños, sin dos de sus anotadores interiores habituales, tendrían que apostar por su juego exterior. 

Para colmo, sólo restaban 5:24 para el final y el electrónico reflejaba un 64-58 inquietante para los blancos. Pero, ¿quién dijo miedo cuando Antonio Prieto está de dulce? El '10' enchufaba un nuevo triple en el siguiente ataque para reducir a -3 mientras en la grada se oían gritos de "¡Se puede, se puede!". 

Y vaya que si se podía: los moguereños, con otro triple de Antonio -brutal su partido-, una canasta de talento de Carmelo y dos tiros libres de Juan Diego hacían encajar a Ayamonte un parcial esperanzador de 0-6 (66-68). 

En ese momento, los verdes hicieron cinco cambios de una tacada apostando por un quinteto más rápido en detrimento del anterior, con hombres más espigados. Ayamonte sacaba a relucir su fondo de armario con jugadores frescos para disputar los minutos de la verdad y los moguereños mantenían en pista a un equipo fatigado, con muchos minutos acumulados en las piernas y sin relevo posible por las eliminaciones. Tocaba apretar los dientes, bajar el culo -como se dice en el argot- y apelar a la épica a falta de dos minutos. 

Los pistoleros Antonio Prieto y Carmelo Rivas, incombustibles, se repartieron los últimos ataques en busca de la gloria. Así, con empate a 68, el aro ayamontino le negó la canasta al '10' tras una fabulosa penetración.

En los ataques que vinieron, Ayamonte anotó de dos y Carmelo hizo 1/2 en tiros libres (70-69). Pero el Ciudad de Moguer se reservaba una última carta con su posesión final. 

Se merecía la canasta ganadora el maravilloso partido de Antonio Prieto pero el aro escupió su tiro de tres. En la lucha por el rebote, su amigo Carmelo recibió una falta que le llevó a la línea de personal. El '14', con nervios de acero, anotó los dos para poner el 70-71, a la postre, marcador final de un choque de esos que dejan henchido de orgullo el pecho de la afición.


Por José Antonio Romero Martín

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