Partido
celebrado en el pabellón Platero de Moguer en el que se veían las caras
moguereños y triguereños: unos, los locales, a olvidar el traspié en
Bonares y el Inmobilbo Trigueros, a
intentar apuntarse una victoria en su necesitado casillero.
Pronto
empezaron a marcar su terreno los nuestros, con cómodas ventajas y con su
quinteto inicial de lo más entonado. Se vió a un equipo muy suelto y compacto,
tanto en ataque como en defensa. En definitiva, un equipo que se gustaba, se
divertía y se sabía superior. Así, acabó el primer cuarto con un tanteo de
18-8.
Los
segundos diez minutos comenzaron con grandes defensas de los anfitriones que
posibilitaron rápidos contraataques y con Carmelo Rivas y Antonio Prieto sacando
sus muñecas a pasear desde la línea de 6,25. Había una gran actitud y el equipo
se mostraba solidario en defensa. Sin embargo, tras algún despiste en los
marcajes y con un juego más por rachas que constante, los triguereños se
aferraron al partido en su segundo cuarto, venciéndolo de un punto (30-21 al
descanso).
Se
avecinaba el tercer período tras los minutos de asueto y en la parroquia local
se instaló la preocupación por un nuevo bajón del equipo en los terceros diez
minutos, estadísticamente fatídicos. No obstante, Antonio - fantástico con
cinco puntos de una tacada-, Miguel y Carmelo se encargaron de eliminar de un
plumazo los temores de la hinchada con un parcial de 9-0 que hizo pedir tiempo
muerto al entrenador visitante.
¿Quién dijo miedo? ¿Quién habló de cuarto
maldito? Dicho tiempo muerto no pareció servirle a los triguereños para
intentar parar la avalancha, pues a la reanudación el C.B. Ciudad de Moguer
siguió haciendo sangre de la herida de un Inmobilbo descorazonado, esta vez con
un nuevo triple de Carmelo, un 2+1 de Juan Diego y un enceste de Rafael para
incrementar el parcial a un espectacular 17-0.
El partido estaba visto para
sentencia e incluso por momentos se creyó que los visitantes se marcharían al
último cuarto sin anotar, algo que sin embargo consiguieron a duras penas con
2/4 en tiros libres y una canasta de dos (49-28).
En el
cuarto decisivo, los nuestros siguieron practicando un juego preciosista a la
par que efectivo para deleite de los aficionados. Fueron minutos de 'basket control',
en los que el quinteto en pista jugó con la tranquilidad que daba la ventaja
acumulada en el brillante cuarto anterior. El equipo continuó anotando con
bastante facilidad, con Miguel y Joaquín como protagonistas del inicio de
período y con Rafael y sobre todo Carmelo -autor de un gran mate-, como
anotadores del tramo final de un partido en el que el C.B. Ciudad de Moguer fue
netamente superior a su rival, un Inmobilbo Trigueros que cuajó dos cuartos -el
primero y especialmente el tercero- demasiado pobres como para soñar con la
victoria (61-38).
Por José Antonio Romero Martín
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