lunes, 21 de mayo de 2012

Jornada 3: C.B. CIUDAD DE MOGUER 59-49 C.B. BONARES


Encuentro disputado en el pabellón Platero de Moguer correspondiente a la tercera jornada de la liga provincial sénior que enfrentó al equipo local, el C.B. Ciudad de Moguer, frente al C.B. Bonares. Partido de viejos conocidos el que se disputó en la tarde de ayer sábado, día 5 de noviembre. 

Por un lado, el C.B. Ciudad de Moguer, en clara ascensión de juego tras un comienzo dubitativo. Por el otro, el C.B. Bonares, un plantel sinónimo de intensidad y juego aguerrido al límite. No había, pues, lugar a la sorpresa: el partido entre moguereños y bonariegos transcurriría, ateniéndonos al guión preestablecido de temporadas anteriores (dos victorias para cada uno en cuatro partidos parejos), igualado y disputado hasta el mísmisimo pitido final.

Conscientes de ello, el C.B. Ciudad de Moguer se presentó ante su público con la firme intención de no dejar la iniciativa al peligroso cuadro bonariego y de paso, darle una alegría a su hinchada, tan necesitada de victorias. 

Así, los moguereños comenzaron el partido entonados tanto en ataque como en defensa y pronto se hicieron con cómodas ventajas de hasta +10. Este hecho permitió a los locales jugar con más tranquilidad de la esperada y por momentos el equipo rayó a gran altura. Muestra de ello es que  jugó con sentido sus posesiones, maduró las jugadas haciendo buenas selecciones de tiro y buscó a sus hombres en la pintura, superiores en altura a los visitantes. 

El plantel moguereño, no obstante, no consiguió despegarse en el electrónico, en parte por el nefasto porcentaje de tiro de tres, en parte porque el C.B. Bonares no cejó en ningún momento en su intento por mantenerse vivo en el choque. El juego de contacto, viril y la intensidad del mismo arrojó malas noticias para los pívots locales antes del descanso: Juan Manuel Garrido abandonaba el partido con una brecha en la barbilla y Miguel Barragán se marchaba a los vestuarios con tres faltas personales. Poco después acababa la primera parte con un escueto 27-19.

Tras la reanudación, el partido continuó por los mismos derroteros de los dos primeros cuartos pero con la evidente preocupación local debido a su mermado juego interior. En esas circunstancias, sobresalió la figura de Antonio Prieto en la dirección y en la anotación, con cinco puntos seguidos merced a un triple y a dos tiros libres, para mantener la barrera psicológica de los diez puntos. Barrera que, sin embargo, los bonariegos no tardarían en derribar en una nueva muestra de carácter con sendas canastas más tiro adicional amén de un triple. Tras el arreón visitante, el C.B. Ciudad de Moguer sintió el aliento en su cogote, con una ventaja de +6 que poco después ampliaría Juan a +9 para poner las cosas en su sitio. No se rendían, no se entregaban, pero lo sabíamos.

Ya en el último cuarto, continuaron los contratiempos para los de casa después de que Carmelo Rivas tuviera que abandonar la cancha con molestias en un tobillo. Pero el partido no iba a tener más sobresaltos a pesar de la insistencia de los de Bonares y menos con Antonio Prieto en la pista, ayer, en estado de gracia: brillante en la dirección y enchufado desde la línea de tres puntos. Precisamente en sus manos murió el partido mientras aseguraba posesiones para los nuestros y mantenía la diferencia de diez puntos, a la postre, insalvable para los bonariegos como reflejó el marcador final de 59-49.


Por José Antonio Romero Martín

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