Nueva jornada de la
fase final de la liga provincial sénior (del 1º al 8º), en la que los nuestros
visitaban la siempre difícil cancha del C.B. Punta.
Saltaba
el equipo moguereño con la ilusión de dar la sorpresa ante uno de los
‘gallitos’ de la competición y que ya venció, no sin problemas, en el pabellón
“Platero” de Moguer (61-69).
En los primeros compases se vio un encuentro muy
igualado en el que los visitantes rayaron a un buen nivel. Juan Diego mostró
destellos de su calidad y David aportó su habitual dosis de garra con sus
defensas asfixiantes. Pero los anfitriones tomaron pronto el pulso al partido y
se acabaron llevando el primer cuarto de 7 puntos, a pesar del gran tono
mostrado en los rebotes con Miguel como máximo exponente.
Volvieron
los nuestros al parquet muy enchufados en los segundos diez minutos y, con una
gran penetración a canasta de Carmelo, el marcador se estrechaba hasta el
35-33. Poco duró la alegría porque los puntaumbrieños tiraron de oficio para
salir del atolladero y con 9 puntos seguidos daban un nuevo estirón,
inalcanzable para los de Moguer al descanso (44-35).
Tras
los minutos de asueto, los locales encestaron dos triples en sus dos primeros
ataques con la intención de romper definitivamente el partido, a los que
respondió el fantástico Carmelo Rivas con 5 puntos consecutivos para mantener
distancias prudentes (50-40).
Sin embargo, en esas circunstancias el equipo
moguereño entró en una fase de minutos de desconcierto, propiciada por
decisiones arbitrales discutibles y –todo sea dicho- por su falta de acierto de
cara al aro. Los de la localidad costera, mientras tanto, no hicieron ascos y
sacaron tajada del mal momento visitante con un parcial de 11-0 que dejaba a
los nuestros muy cuesta arriba el resto del choque (61-40).
Buscando
una reacción en el equipo, Guillermo Sierra puso en pista a su quinteto
titular, con la única salvedad de Nicolás en el puesto de base, pero los
locales seguían a lo suyo y acabaron el cuarto con total suficiencia (69-46).
El
último cuarto se presentaba como un paseo triunfal de los de Punta Umbría, y
más tras comprobar que seguían teniendo el día de cara desde larga distancia.
Pero el Ciudad de Moguer no bajó los brazos a pesar de su día aciago y a base
de casta y orgullo tomó de nuevo el pulso al partido, con grandes minutos de
Nicolás repartiendo asistencias. Los esfuerzos de los nuestros, con canastas
repartidas entre su cinco en pista, se vieron recompensados cuando, a falta de
poco tiempo para el final del choque, el ‘14’, Carmelo Rivas, recortaba la
distancia a -10 con un 2+1, su jugada predilecta (78-68).
En
el siguiente ataque, los costeros anotaron solo 1/2 desde la línea de personal
y los moguereños, de la mano de Antonio Prieto, metían el nerviosismo en el
cuerpo a los locales con un triple esperanzador (79-71). Sin embargo, no
quedaba tiempo para más y el choque daba a su fin con el definitivo 83-73 que
demostraba una vez más que los moguereños pueden mirar a los ojos a cualquiera
y ello aún teniendo uno de sus días más desafortunados.
Por José Antonio Romero Martín
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