Partido correspondiente
a la antepenúltima jornada de la fase final por el ascenso que enfrentaba a los
equipos sénior de baloncesto de Gibraleón y Moguer en la cancha de la localidad
olontense y que tuvo lugar el viernes día 20 de abril de 2012.
Los
primeros compases se tradujeron en un intercambio de canastas entre locales y
visitantes. El encuentro se mantenía con tanteos parejos y el C.B. Ciudad de Moguer jugaba con cabeza
sus posesiones para hacer daño a los de negro. Sin embargo, los olontenses, con
transiciones muy rápidas, consiguieron darle una marcha más al partido para
despegarse en el marcador, que al término de su primer cuarto reflejaba una
ligera ventaja local (15-9).
En
los segundos diez minutos, a los nuestros les entraron las prisas -algo
incomprensible a estas alturas de partido- y ello derivó en multitud de
imprecisiones y pérdidas de balón que Gibraleón no dudó en aprovechar. La
ventaja se incrementaba pero Eduardo, con un gran triple, reducía distancias.
Con
el transcurrir de los minutos, el encuentro se volvió más físico y ello
benefició a los anfitriones, cuya dura defensa rayaba la ilegalidad con el
beneplácito de los árbitros de la contienda, que se mostraron ciertamente
permisivos para con los de Gibraleón.
Un
nuevo triple de nuestro equipo, anotado por el siempre superlativo Carmelo, y
una fantástica penetración tras finta en el tiro libre por parte de Miguel,
saldada con canasta más adicional, puso a los nuestros a -3. Sin embargo, el aliento
en el cogote pareció poner las pilas a los de negro, que se volvieron a marchar
en el electrónico con suma facilidad, merced a la bisoñez por momentos de la
defensa azulona.
De
nuevo un triple, esta vez del genial Antonio Prieto, mantenía a los nuestros a
flote (33-29), pero acto seguido se le señaló una técnica al jugador visitante
Juan Diego Márquez que contribuyó a enrarecer el ambiente y a desconcertar a
los moguereños, que vieron cómo los del C.B. Gibraleón se marchaban de +10.
Finalmente y cuando casi todos se preparaban para enfilar el túnel de
vestuarios, Carmelo Rivas se sacó un nuevo truco de su chistera para anotar un
‘triplazo’ sobre la bocina desde poco más allá de mitad de la cancha (41-34).
Volvieron
del descanso los moguereños muy enchufados y con sendas canastas de Carmelo y
Antonio (2+1) se ponían de nuevo a tiro de los locales (41-39). Pero a cada
acercamiento peligroso de los azulones respondían raudos los de Olont para
escaparse en el electrónico con canastas que ponían de nuevo de manifiesto la
fragilidad de la defensa de los visitantes (52-43).
En
esas circunstancias llegaron nuevamente las prisas y las imprecisiones de los
nuestros, que no se cansaban de perder balones absurdamente con pases en largo
que siempre acababan en manos enemigas. Aún así y gracias a seis puntos
consecutivos obra de Rafael, con una preciosa entrada a canasta más adicional,
y de Carmelo, con un enceste más allá de 6’25, los moguereños emprendían su
enésima tentativa de remontada de un choque que al término de su tercer cuarto
finalizaba con una escueta ventaja local (60-53).
El
cuarto período comenzó con un intercambio de parciales. El primero de ellos
presagiaba el principio del fin para los de Moguer (9-0 para un 69-53 más que
preocupante). Sin embargo, los nuestros respondieron con un 0-7 para acechar a
los de negro a falta de 5 minutos para el final (69-60).
En
esos minutos del ‘todo o nada’ y con un 71-64 todavía esperanzador para los
azulones tras canasta de Miguel después de un rebote ofensivo (gran partido
reboteador del capitán), los olontenses parecían firmar la sentencia de muerte
de los visitantes con un triple que cayó como un jarro de agua fría en el ánimo
de los moguereños, que ya no pudieron hacer nada más por evitar una nueva
derrota, esta vez por 82-70.
Por José Antonio Romero Martín
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